Ajá, suena bien pero ¿qué podemos hacer?
A ver, ensayemos una solución, partiendo del diagnóstico: 70 como la nota de la esperanza matemática.
Tratamiento:
Primero
y principal, la motivación es importante. El motivo correcto debería el que
impulse al estudiante en su paso por las aulas universitarias. Sea pues, la
razón correcta alcanzar un título profesional, en tanto constituye una
certificación aceptada generalmente del grado de dominio de la ciencia en un
área del saber en particular. Ese podría ser el primer paso hacia el sueño de
ser un profesional de bien y de éxito, con todas las recompensas sociales y
económicas que aquello idealmente implica.
Claro
que la realidad a veces difiere de los motivos teóricos, y es allí donde la
observación empírica manifiesta las variadas razones de los estudiantes para ir
a la universidad. Como ejemplo, interpreto el mensaje de algunas de las
respuestas que he recibido en el ejercicio de la cátedra universitaria cuando
he preguntado los motivos para seguir los estudios superiores:
*Ya
no me querían ver en mi casa.
*No
tenía nada más que hacer.
*Todos
lo hacían, no quería quedarme atrás.
*Quería
encontrar pareja.
*Tenía
que elegir entre trabajar y estudiar, así que…
En
fin, aunque el motivo en cuestión no sea el más adecuado, todavía es posible
culminar con éxito los estudios y sacar 100 en al menos algunas materias.
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