domingo, junio 12, 2011

¿Es el 100 sólo un sueño? (I/V)


Quizá obtener la nota non-plus-ultra no sea el interés primero ni el más evidente en el estudiante universitario. De hecho, es posible que los 100 que aparecen en algunos registros de calificaciones de mis colegas docentes sean sólo desviaciones estándar positivas, que se explican no tanto por la extraordinaria capacidad intelectual del estudiante como por su inusual y a la vez innata habilidad para asesorarse y asesorar a otros en un examen, o para consultar discretamente sus apuntes, el teléfono celular o las reducciones del libro base de la materia. Diríase que la generación Y ha evolucionado con un gen -¿o valdría decir un biochip?- que ha potenciado sus habilidades en esos quehaceres, en los que eventualmente se hallan al menos una vez por parcial.
Definitivamente a muy pocos estudiantes parece quitarles el sueño obtener la nota perfecta. Algunos, de hecho, calculan sus asistencia a clases a fin de limitarla al mínimo indispensable para pasar de año, es decir, al 70%. Ni qué decir de la nota mínima: 70. Estadísticamente hablando, esa nota se convierte a la vez en moda, media y mediana. Se podría inferir también que dichos estadísticos no están lejos de los parámetros.
Tal vez se deba no sólo a que sobran las distracciones, sino a la generalizada falta de interés e incluso apatía respecto al conocimiento en general. Aquello es problema mundial ya que ser inteligente aparentemente no es cool, ni tiene charm ni glam alguno. Y es peor si a más de tener una mente brillante se es aplicado.
(To be continued..)